Se puede decir que las saunas y los baños fríos también son muy beneficiosos para la salud cuando se utilizan en combinación entre sí. Para empezar, las saunas te hacen sudar, lo cual es una excelente manera para que tu cuerpo se deshaga de toxinas. Además, el calor de la sauna es fantástico para relajar los músculos y reducir el estrés. Saltar a una piscina fría después de una sesión de sauna ayuda a cerrar los poros y puede aumentar el flujo sanguíneo, lo que mejora su estado de ánimo. El dúo de saunas y baños fríos puede ayudar a fortalecer su sistema inmunológico, mejorar la salud cardiovascular y quemar calorías.
Las saunas y baños de agua fría modernos han comenzado a adoptar nuevas prácticas tecnológicas para maximizar aún más sus beneficios. La tecnología infrarroja es un ejemplo perfecto de este desarrollo, ya que le permite beneficiarse de una terapia suave que puede ayudar a calmar la piel y abordar problemas como el dolor y la inflamación. Otros se están diversificando aún más al brindarle terapia de sonido o llevarle a prácticas de meditación guiada para mejorar su viaje general.
La seguridad es especialmente importante para los niños y adolescentes; lo primero que siempre se debe considerar es practicar una sauna con un baño frío. Se recomienda una ventilación adecuada y un control del nivel de oxígeno en las puertas de la sauna (sala climatizada), así como el uso de relojes de arena para evitar que el tiempo que pase allí exceda los 15 minutos. La piscina fría también debe mantenerse a una temperatura segura, ya que entrar en agua demasiado fría puede provocar hipotermia o shock. Lea las instrucciones antes de ingresar a cualquier sauna o baño de agua fría.
Las saunas y los baños fríos deben utilizarse en la siguiente secuencia, con cuidado y diligencia, para que no sólo esté seguro sino que también maximice su experiencia. Por lo tanto, se recomienda una ducha antes de entrar a la sauna o es posible que no se beneficie tanto del calor. Será una buena idea traer tu propia toalla y colcha (un paño, generalmente hecho de ramitas de pino sobre las que te sientas) para la sauna, así como trozos de agua en una botella que pueden ayudar a generar algo de vapor cuando se salpique sobre las brasas cercanas. . Refrésquese en la piscina fría después de la sauna. Si eres nuevo en la inmersión en frío, te recomiendo hacer sesiones cortas al principio seguidas de descansos y ver cómo responde tu cuerpo.
También es aconsejable elegir una sauna y una instalación de inmersión fría que le brinden el mejor servicio cuando esté en ella. Hay cabañas privadas disponibles en algunas instalaciones para una sensación más personal y otras tienen configuraciones más grandes que tanto usted como los grupos pueden utilizar. Asegúrese de que el personal esté bien capacitado y disponible las 24 horas del día para atender sus preguntas.
Si bien las saunas y las inmersiones frías han trascendido el ámbito de los gimnasios o spas de salud, algunos profesionales de la salud están empezando a verlos como herramientas valiosas en una rutina de bienestar completa. En particular, los atletas suelen utilizar saunas y baños fríos para reducir el dolor muscular y mejorar el rendimiento deportivo. Usar una sauna y un baño frío como parte de su régimen de salud puede ser muy beneficioso para personas de todas las edades.